martes, 28 de junio de 2016

Día #13: Oudtshoorn - Route 62 - Cabo Agulhas

Afortunadamente, hoy ha amanecido con frío y niebla, pero rápidamente ha despejado, y el sol nos ha acompañado durante toda la jornada. Y esa es la previsión para, al menos, otros dos días más.

La guesthouse donde hemos pasado la noche ha sido una de las más bonitas del viaje. Además, la atención de la familia que vive aquí y regenta el lugar, ha sido de 10.
Si en vez de invierno, fuese verano, con unos 15 grados más, la piscina y las hamacas no se nos hubieran resistido.
Y el jardín, qué nos decís de este estupendo jardín? Lo tienen todo tan bien cuidado. Con setos en forma de avestruz, cantidad de espacios habilitados con comida (veis las fresas?) y agua para que los pájaros se acerquen.


Ayer os hablábamos de la importancia de las avestruces en esta ciudad. Pues bien, la gente que hizo dinero realmente con este negocio hace años, mandó construir los llamados palacios de plumas, con un estilo arquitectónico muy característico. No hemos querido perder la ocasión para visitar algunos de estos palacios.

Algunos son residencias privadas, otros alojamientos, museos e incluso cafeterías...

Siguiendo camino, a las afueras de Oudtshoorn, numerosas granjas de avestruces e incluso enormes prados donde estos bicharracos pastaban a sus anchas.

Este era el comienzo de una ruta escénica conocida como la Ruta 62. 

Nos gusta conducir, y estas carreteras son una delicia para los sentidos. 

El paisaje es maravilloso, por todos los lados, da igual donde mires... Montañas rocosas, montañas verdes, desfiladeros, prados, vegetación...

Al igual que cuando recorrimos la Ruta 66, aquí también hay algún icono mítico. Hemos parado en un sex shop. Unos amigos de Ronnie, el dueño de esta tienda, hackearon el cartel que anunciaba su comercio, añadiendo la palabra 'sex'. La gracia hizo que mucha más gente parara a ver de qué se trataba en realidad. Toda una enseñanza de marketing! 
Y la decoración, que ha ido creciendo con el paso de los años, está centrada en camisetas, gorras y ropa interior colgando del techo del bar...

Tras esta parada técnica, hemos continuado camino atravesando más pasos entre montañas, pequeñas poblaciones donde negros y africaners blancos conviven en armonía, pero con diferencias de clases, al menos en lo que a las viviendas donde viven se refiere.

Ya en la extensa llanura, y volviendo a acercarnos al océano, grandes rebaños de ovejas merina pastando bajo el sol, campos de cereales, más ganado vacuno...
Queriamos llegar al punto más septentrional de África, que a diferencia de lo que mucha gente piensa, no es el Cabo de Buena Esperanza, sino el Cabo Agulhas. Su faro nos avisaba que estábamos muy cerca...
El terreno costero es muy rocoso...

Una vez aparcado el coche junto al faro, un camino muy bonito nos acercaba al punto mágico...
...ese lugar, donde las aguas cálidas del Índico y las frías del Atlántico se juntan. Un lugar soñado.

2 comentarios:

  1. Hola chicos,sigo alucinando con Sudáfrica. Qué descubrimiento¡¡
    Besitos

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  2. Vaya viaje, parejita!!
    Estoy con Edurne.

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