Tras unos días de mucho trajín, madrugones e ir con prisas, hoy nos lo hemos tomado con calma. Un desayuno de escándalo, con vistas sobre el estuario abierto al Océano Índico y un día soleado. No está mal para empezar el día.
Nos hemos acercado a la playa atravesando una zona en la que hay que tener cuidado con algunos animalitos...
El paseo era muy bonito, pero con precaución.
La playa interminable... muchos kilómetros que si se sigue su curso termina en Mozambique.
El día animaba a un baño, pero este invierno sudafricano está siendo muy fresquito, así que con mojarnos los pies tenemos suficiente.
Siguiente parada, el P.N. Isimangaliso, un área protegida, de gran extensión, y que queríamos conocer, sobre todo la zona cercana a un lago y la que va paralela a la costa.
En todo momento, circulando con precaución, ya que te puedes encontrar de todo...
El paisaje es en todo momento una duna gigante, rodeadas de vegetación, con las características acacias africanas de las fotos...
Algunas paradas por el camino, en la que sí nos podíamos bajar del coche, para avistar animales, o simplemente acercarse aún más al océano.
..,en busca de delfines, ballenas o tiburones.
En la parte final del recorrido, Cape Vidal se abre majestuosa, con una arena fina, y el único problema son las gaviotas y los monos, que se querían apropiar de nuestro aperitivo!
Tras este recorrido de 3 horas, tocaba deshacer el camino y seguir bajando por la N2 hacia el sur. Hoy toca dormir cerca de Durban, donde mañana cogemos un vuelo interno. Ya entrada la noche, pero con una temperatura aún agradable, hasta hemos tenido tiempo de preparar otra braai, que es como llaman aquí a las barbacoas.
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