Elefante a la vista!
Ya de vuelta otra vez en nuestra cabaña...
¡Leones cerca de aquella charca! No nos lo podíamos creer, un grupo de leonas, de todas las edades... y tan cerca de nosotros, y sin nadie alrededor.
Esta era la madre...
...estos los 2 cachorros ya algo creciditos...
...pero todavía con ganas de jugar. Y si no, ¿qué opináis de esta foto?
Hemos seguido a la manda durante un buen rato...
Ha sido un momento mágico, tras el cual Maxwell nos ha invitado a bajar del jeep y nos ha preparado un desayuno que, con el frío que hacía, nos ha venido muy bien. No os preocupéis, parecía una zona segura...
Después, en busca de los rinos, como los que pudimos ver ayer al llegar al campamento. Hemos visto alguno, pero tumbados descansando tras la maleza. Tras lo cual, hemos puesto punto y final al drive, a la visita al parque Hlane y a nuestro fugaz paso por Swazilandia.
No podíamos perder mucho tiempo. Teníamos por delante 4 horas de coche hasta llegar a nuestro proximo destino. Afortunadamente, las carreteras están en muy buen estado, con unas rectas infinitas, y un curioso modo de conducir que lo hace hasta divertido. Veis en la foto que solo hay un carril por cada sentido con un arcén bastante amplio. Pues bien, aquí funciona más o menos como en Grecia. Si ves que se aproxima un coche por detrás con intención de pasar (y da igual que haya ralla continúa o discontinua), tú te echas a la izquierda, al arcén, y le dejas hueco para que te pase. Y lo mismo puede pasar en el otro sentido, por lo que puede darse el caso de que haya 4 vehículos en paralelo al mismo tiempo! Lo que más nos gusta es que todos los conductores, agradecemos al que se ha metido al arcén para facilitar la maniobra activando el warning durante unos segundos.
St. Luzia se encuentra dentro de un parque nacional, pegado al Océano Índico, y cuenta con un estuario patrimonio de la humanidad, famoso por la gran cantidad de hipopótamos y cocodrilos que acoge. Y lo de los hipos no es ninguna broma...sobre todo por la noche, que salen a pasear cual turista españolito, por sus calles.
Teníamos reservado un paseo en barca por dicho estuario para ver a estos simpáticos animalitos. Nos han venido a recoger en un súper jeep para acercarnos al lugar de salida. Y fuera amarras!
Cocodrilos, sintiéndolo mucho, no hemos visto más que un par de ellos que rápidamente se han sumergido en el agua. Pero con el espectáculo de los hipopótamos, creemos haber tenido bastante. Qué gozada, poder estar tan cerca de ellos, oírles hasta respirar... Familias enteras, grandes, pequeños. Algunos sumergidos por completo, otros con casi todo el cuerpo fuera de las cálidas aguas... Daba igual. Miraras a donde miraras, todo era tan mágico.
...y todo ello en un entorno y con una puesta de sol que lo envolvía todo como si de una noche de San Juan dese la distancia se tratara...
Hasta mañana, si los hipos nos dejan.
Hola chicos
ResponderEliminarVuestras caras lo dicen todo y nosotros a babear de envidia.
Besitos
Hola chicos
ResponderEliminarVuestras caras lo dicen todo y nosotros a babear de envidia.
Besitos
Acabo de ver 5 jornadas seguidas de este diario y no me canso de disfrutar con vuestras fotos, son una pasada a lo National Geographic; pero nos faltan dos cosas: el olor y el sonido, que como bien se dice son imprescindibles para entender esta aventura.
ResponderEliminarGracias chicos por compartir con nosotros vuestra pasada de viaje.
Seguir disfrutando que os queda mucho por ver.
Porqué me repito?? Jajaa
ResponderEliminarPorqué me repito?? Jajaa
ResponderEliminarAhora te gustan más los gatitos, Robert??
ResponderEliminarPreciosas fotos y vosotros estais guapisimos y se os ve felices.